El mercado de la vivienda ofrece una cara accesible y atractiva, tanto desde el punto de vista de los precios como de la oferta, que anima a la adquisición de una vivienda. Unas variables a las que hay que sumar la mayor predisposición de la banca a financiar y los indicios de que lo peor de la crisis ha pasado. Además, el desembarco de fondos se ve como una señal de que ha llegado la hora de comprar.
1. Buenos precios.
Hay muchas viviendas en venta por debajo del precio medio de mercado.
2. Oferta muy amplia.
El gran escaparate de viviendas en venta es otro factor a tener muy en cuenta, ya que el comprador hoy puede elegir casa a su gusto.
3. Cambio de ciclo económico.
El ciclo económico está dando la vuelta y adquirir casa hoy es hacerlo en el punto de precios más bajo de la crisis, por lo que se partiría de un punto de la máxima revalorización.
4. Más crédito y más asequible.
La banca parece querer volver a abrir el grifo del crédito, según las últimas campañas comerciales y publicitarias. En los últimos meses ha empezado a moverse algo en el mercado hipotecario. Es más fácil firmar una hipoteca y esto hay que aprovecharlo.
5. Rentabilidad vía alquiler:
La rentabilidad de la vivienda a través del alquiler atrae desde hace meses a compradores inversores.
6. Más barato que alquilar:
Sale más barato comprar que alquilar, ya que la cuantía de intereses que se paga en una hipoteca es inferior a la renta de un alquiler.
7. La entrada de fondos:
El desembarco de fondos y de inversores institucionales en busca de ladrillo no cesa, lo que se ha plasmado en grandes operaciones. Para muchos es la mejor señal de que hay que comprar. ¿Vamos a dejar que sólo los especuladores se aprovechen del mayor descenso de precios de la historia de España?