La tasación de una vivienda consiste en la determinación que un profesional realiza del valor del inmueble en el mercado, teniendo en cuenta una serie de factores, tanto de la vivienda en sí misma como del contexto en el que se ubica, que influyen en el precio final.
Factores que influyen:
1. Oferta y demanda de la zona, así como la situación del mercado inmobiliario local.
2. Orientación, superficie, distribución, luminosidad y vistas. En este punto, se valoran el tamaño del piso, el número de habitaciones y la distribución de los espacios. La orientación y las vistas de la vivienda también afectan a la tasación inmobiliaria.
3. Antigüedad de la vivienda. Ten en cuenta que generalmente una casa de obra nueva tendrá un valor superior que un piso de segunda mano.
4. Estado de conservación del inmueble. Aquí se tiene en cuenta si la vivienda está reformada, si es obra nueva o si requiere reformas.
5. Edificación, instalaciones y materiales de construcción. Ascensores, áreas comunes, tipos de acabados y calefacción son algunos aspectos que se valoran en este punto.
6. Entorno. La zona en la que está ubicada la vivienda es clave en la determinación de su valor. Si es una zona residencial o comercial, la cercanía al transporte público, hospitales, escuelas, parques y centros comerciales también influye en la tasación.
7. Eficiencia energética. El certificado energético es obligatorio desde el año 2013 y define el estado energético de la vivienda en una escala de A (más eficiencia) a G (menos eficiencia). Cuanta más eficiencia tenga el piso, mayor será su valor en la tasación.